El proceso de divorcio puede ser emocionalmente difícil y a menudo puede llevar a conflictos entre las partes involucradas. Sin embargo, hay algunas cosas que pueden hacerse para minimizar la cantidad de conflictos en un proceso de divorcio.
Es muy común que en medio de los problemas uno de los padres o ambos hable mal del otro. Debemos entender que más allá de lastimar a la ex pareja, esto afectará al o los hijos, poniéndolos en una situación muy incómoda y dolorosa.
El problema de adultos lo deben resolver ellos y jamás un hij@ debe elegir a uno de los padres por sobre el otro. Es importante también que impidas que otras personas lo hagan, por más enojados que estén con la ex pareja.
Es necesario resolver los problemas de manera responsable y priorizando el bienestar de los pequeños por sobre los rencores y frustraciones de los adultos, a fin de lograr que se sientan amados y protegidos por sus padres aunque éstos ya no estén juntos. En el camino, es posible mantener ciertas diferencias, aun así se puede llegar a buenos acuerdos y seguir en una relación sana y con acuerdos claros.
¿Conoces los efectos del divorcio sobre los hijos?
Los efectos van a depender de las características individuales de cada niño y su familia. A nivel general:
- Cuando son más pequeños (menores de dos años), los efectos pueden ser menos evidentes, y es muy posible que los efectos surjan en edades posteriores debido a su profundidad.
- Los niños en edad preescolar (entre los 2-6 años), generalmente no reconocen la realidad (negación). Pueden presentar problemas en su conducta, como: tristeza, aislamiento, inapetencia, insomnio o pesadillas, irritabilidad o agresión contra los padres, otros niños e incluso hacia su mascota.
- Los escolares y adolescentes, sienten impotencia respecto a la situación que está fuera de su control, incluso culpabilidad que puede gatillar una depresión. Tienen una serie de sentimientos y sensaciones inexplicables, que los hace sentir inestables emocionalmente. Incluso, pueden presentar reacciones psicosomáticas como: ansiedad, asma bronquial, alergias cutáneas, dolores abdominales, cefaleas, que si no se tratan a tiempo pueden volverse crónicos.
- Los hijos que mantienen buenas relaciones con sus padres, aunque no lo digan, temen perder el contacto con uno de ellos por querer «complacer» al otro con el que tiene más afinidad.
Por esta razón, son los padres quienes tienen que dejar claro desde el principio que no se están divorciando de sus hijos, que seguirán siendo padres y responsables del cuidado de manera oportuna e integral de sus hijos.
¿Cuáles son los efectos del divorcio sobre los hijos adolescentes?
Algunos estudios han demostrado que los adolescentes que viven en familias de matrimonios divorciados tienen mayor riesgo de presentar problemas externalizantes (uso de alcohol, violación de reglas) e internalizantes (depresión, an siedad, retraimiento de su grupo familiar y amigos) en comparación con adolescentes de familias no divorciadas.
Sin embargo, depende de muchos factores, especialmente del acuerdo al que lleguen los adultos sobre los cuidados y la crianza de estos.
Así como existen factores de riesgo como la violencia de todo tipo, maltrato, adicción, alcoholismo de parte de los adultos. También existen factores protectores como:
✅ Padres y madres diligentes.
✅ Un entorno seguro y contenedor.
✅ Apoyo profesional y psicológico.
✅ Acuerdos claros entre los progenitores.
✅ Respeto por la intimidad de todos los miembros de la familia..
En esta etapa, los padres deben ayudar a sus hijos delimitando hasta dónde pueden compartir sus problemas, y deben mantener en intimidad aquellas situaciones que no competen al ámbito de los hijos.
Algunos consejos son:
✅ La mediación puede ser una alternativa eficaz a la lucha en los tribunales.
✅ Es importante mantener una comunicación clara, abierta y respetuosa con su cónyuge durante el proceso de divorcio. Esto puede ayudar a reducir la tensión y evitar que los conflictos se intensifiquen.
✅ Tratar de separar los problemas emocionales de los problemas legales.
✅ Un buen abogado puede ayudar a las partes a comprender sus derechos y obligaciones y puede trabajar para resolver los problemas en lugar de agravarlos.
✅ Si hay hijos involucrados, es importante centrarse en sus intereses y necesidades. Trate de llegar a acuerdos que sean lo mejor para los hijos y no para una de las partes.
✅ Las negociaciones pueden ser difíciles y a menudo requieren cierta flexibilidad. Esté dispuesto a comprometerse y ser flexible en sus demandas.